jueves, 15 de marzo de 2018

Crisis de los Misiles Rusos en Cuba, inicio real de la Guerra Fría en el Continente Americano.-

Luego del fracaso de la invasión por parte los exiliados anticastristas en el mes de abril de 1962, se inicia un periodo difícil entre las relaciones Cuba y los Estados Unidos. El “Establishment“ gringo comienza los ejercicios para ejecutar un nuevo plan para invadir la isla, pero esta vez de manera directa y con actuación del ejército norteamericano.

La Inteligencia Rusa, descubre el plan y el Presidente Ruso Nikita Sergeyevich Khrushchev, le otorga la alternativa al Comandante Fidel Castro de colocar misiles de medio alcance con disponibilidad para usar cabezas nucleares, a lo cual el abogado y Comandante Guerrillero Fidel Castro acepta, dando formal inicio a la crisis de los misiles.


Es importante traer a la mesa que desde el final de la Segunda Guerra Mundial las relaciones entre la URSS y Estados Unidos se habían deteriorado progresivamente, con enfrentamientos diplomáticos y peligro de confrontación armada en torno a Checoslovaquia, Berlín, Hungría y el Canal de Suez.

En 1961 se levantó el Muro de Berlín, el antecedente más inmediato a la crisis de los misiles en Cuba, y la manifestación real de la Guerra Fría en la región. Dichos misiles tenían la misión de disuadir a los norteamericanos para que cancelaran el plan de invasión a la isla. Fidel quería que su traslado se hiciera público y por televisión, pero Nikita se negó hasta que estos no estuvieran totalmente operativos. Los misiles fueron descargados en Cuba y comenzaron los preparativos. Durante este periodo, un avión estadounidense realizó fotografías que fueron enviadas a la CIA para su análisis.


La "Operación Anádir" fue el código utilizado por la Unión Soviética para una operación secreta destinada a desplegar misiles balísticos de alcance medio, aviones caza, bombarderos y una división de infantería mecanizada en Cuba y crear una fuerza capaz de prevenir o defender de una invasión a la isla por parte de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, después se reveló que también se instalaron misiles tácticos nucleares de corto alcance, que podrían atacar barcos de guerra frente a las costas de Cuba, justo en el momento de un desembarco anfibio sobre la isla.
Tras el fracaso de la invasión de exiliados cubanos patrocinada por los EE. UU. en la Bahía de Cochinos (abril de 1961), el gobierno soviético dispuso en mayo de 1962 establecer una fuerza militar en suelo cubano bajo el mando operativo del general Issa Pliyev, veterano oficial condecorado de la Segunda Guerra Mundial.
En el marco de Anádir, entre el 17 de junio y el 22 de octubre de 1962 el gobierno de la URSS remitió a Cuba 24 plataformas de lanzamiento, 42 cohetes R-12 (incluyendo seis destinados a realizar tareas de entrenamiento), unas 45 ojivas nucleares, 42 bombarderos Ilyushin Il-28, un regimiento de aviones de caza que incluía a 40 aeronaves MiG-21, dos divisiones de defensa antiaérea soviéticas, cuatro regimientos de infantería mecanizada, y otras unidades militares, alcanzando a unos 47.000 soldados en total, establecidos en la República de Cuba.

Nikita Jrushchov, líder del gobierno soviético, ordenó que el despliegue bélico se realizara de modo discreto, en contra de los deseos del gobernante cubano Fidel Castro, quien había solicitado un despliegue público con fines de propaganda.



Como complemento, la URSS dispuso la "Operación Kama" por la cual cuatro submarinos soviéticos cargados con torpedos nucleares partirían hacia Cuba para instalar una base naval. Esta operación fracasó en sus objetivos cuando las naves soviéticas fueron detectadas por buques estadounidenses.

Pero el 22 de octubre, Kennedy se dirigió a la nación y ordenó a las fuerzas navales bloquear la isla para evitar la entrada de más material (ya que también se sabía que había infantería soviética). En Cuba, todos los cuerpos estaban movilizados y en alerta; la tensión era tal que una guerra nuclear entre ambas superpotencias (URSS y EE.UU) parecía posible.


Ambos Estados comenzaron un tímido y parco acercamiento, pero el 26 de octubre un avión U-2 estadounidense que tenía la misión de espiar la isla fue derribado por una batería cubana, aumentando la tensión de una guerra abierta y frontal.

La crisis tuvo varias consecuencias; los Estados Unidos trasladaron enfrentamientos a países como Vietnam, ya que nunca se enfrentaron a los rusos directamente. Además se creó el famoso “Teléfono Rojo” que unía a la Casa Blanca directamente con el Kremlin (todo esto era bastante simbólico). Ambos dirigentes como curiosidad no duraron en el cargo mucho tiempo después de la crisis. Nikita fue apartado del cargo en 1964 y Kennedy fue sospechosamente asesinado en 1963.

Finalmente debemos hacer una valida acotación y es que Fidel fue el gran marginado de todas estas operación. Soviéticos y Gringos no contaron con él para las negociaciones, a tal punto que a sus allegados se les hizo saber que los soviéticos les habían vendido a favor de sus intereses; la correcta retirada de los misiles de Turquía; lo cual lleno de una rabia incontenible al abogado y guerrillero cubano, llegando a acusar públicamente a Nikita de blandengue.



De esta forma pudo terminar la crisis, sin dar muestras de debilidad ni de derrota por ninguna de ambas potencias, ya que el teatro de la Guerra Fría quedó igualado, evitando el conflicto directo; algo que tanto en Washington como en Moscú no se quiso ni imaginar, por mucho que la publicidad bélica de la época dijera lo contrario; en efecto para destinar el dinero bélico y armamentista los enfrentamientos se trasladaron a terceros países como fueron los casos de las Coreas y Vietnam. Sin embargo, Estados Unidos mantuvo la presión al régimen cubano mediante el bloqueo económico por considerarlo un motivo de inestabilidad en la zona.
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Máximo Peña De León
Abogado - Experto en Comercio Exterior
Máster en Negocio y Derecho Marítimo
UPCO/IME (Promoción #23)
@MaximoPenaLeon
@PenaYunesLegal

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