martes, 6 de noviembre de 2018

“Batalla Naval de Latakia y el cambio de Rumbo de la Guerra en el Mar”.

Muy pocas batallas navales han podido cambiar el rumbo de la guerra en el mar, pero existe una que se destaca y esta es la Batalla de Latakia la cual sus combates modificaron el equilibrio del poder en el mundo, introduciendo la Guerra Electrónica, como veremos de forma detallada más delante.
 
La Batalla de Latakia, ocurrida el 7 de octubre de 1973, sobre la costa de Siria, durante los primeros momentos de la Guerra del Yom Kippur, entre Israel y una coalición de países árabes, en la cual se englobaron las dos situaciones. Primero se destacó por ser la primera batalla naval en la que se utilizaron misiles buque-buque y medidas de guerra electrónica, cambiando radicalmente las reglas de enfrentamiento de las guerras navales futuras.
 


Al inicio de las discrepancias, la Armada Israelí inicio un proceso de reducir la capacidad naval de los Sirios, quienes estaban equipados con tres modernos buques lanzamisiles soviéticos clases Komar y Osa, en cambio los buques lanzamisiles sirios estaban equipados con misiles de fabricación soviética P-15 Termit, con dos veces el rango de los misiles Gabriel Israelíes.
 
Los seis buques lanzamisiles israelíes emplearon contramedidas electrónicas  y contramedidas chaff, para evitar ser alcanzados por los misiles sirios hasta que hubieran alcanzado el rango de sus propios misiles; por ello los israelíes disparan misiles Gabriel, hundiendo a sus enemigos. La Armada Siria permaneció en puerto durante el resto de la guerra.
 
Haciendo un poco más de énfasis en la historia hay que indicar que el 6 de octubre de 1973, día la fiesta judía de Yom Kippur, Egipto y Siria lanzaron un ataque sorpresa contra el Estado de Israel. La fecha había sido escogida con cuidado desde el punto de vista táctico, ya que la mayoría de la población civil israelí estaba ayunando y se encontraba en las sinagogas, las defensas laxas y muchos soldados usufructuaban las vacaciones religiosas. La fecha tiene además una connotación simbólica para el islam, pues según el calendario musulmán un 6 de octubre Mahoma decidió entablar la Batalla de Badr, que le dio la primera victoria contra los infieles de la tribu de Quraish.
 
 
 
La profundidad territorial defensiva conseguida por Israel gracias a los territorios conquistados en 1967 (el despoblado yermo de Sinaí contra Egipto, el desierto de Judea sobre Jordania y los Altos del Golán en el frente de Siria), proporcionaban un espacio tapón de retardo en caso de ataque, dejando a los árabes la posibilidad del primer movimiento, con el costo político internacional que debería suponerles una acción semejante. Sin embargo, la apreciación falló, y los israelíes fueron sorprendidos y arrastrados a una desesperada defensa.
 
Los cazas sirios invadieron el espacio aéreo israelí en la zona de los Altos del Golán, atacando las fuerzas blindadas y el cuartel general del ejército hebreo en el lugar.  A continuación la artillería siria barrió el área, iniciando la penetración con fuerzas acorazadas por todo el frente abierto, mientras los israelíes trataban de organizarse para defender la zona. Simultáneamente, el ejército egipcio cruzó el canal de Suez superando la  primera línea de  defensa judía.
 
En cuanto al combate hay que resaltar que en vísperas de la Guerra de Yom Kippur, pese a su menor tamaño en número de buques y potencial humano, la Armada Israelí era la fuerza más y mejor alistada para la guerra del mar en Medio Oriente.  Los buques de combate contaban con tecnología de segundo nivel (apenas inferior al nivel OTAN), sus tripulaciones estaban alertas, con un alto nivel de capacitación técnica para el empleo de los sistemas de armas, y con el grado de motivación correspondiente a quien combate por la defensa de su tierra.
 
Desde el primer día de hostilidades de la Guerra de Yom Kippur, la Marina Israelí zarpó dividida en Grupos de Tarea para atacar en el origen las fuerzas navales enemigas. Ante un reporte de inteligencia que informaba la posibilidad de un ataque naval sirio al Puerto de Haifa, un grupo de tarea fue enviado a patrullar sobre la costa de Siria, con la misión de atraer los buques enemigos al mar y atacarlos, u obligarlos a permanecer a muros.
 
Este grupo de tarea, al comando del Capitán de Navío Michel Barkai, estaba integrado por seis lanchas patrulleras clase Sa’ar. Estas eran un diseño israelí derivado de la clase Combattante Francesa, de 450 toneladas de desplazamiento, 58 metros de eslora, 7,60 de manga, 2,4 de calado, propulsión diesel sobre cuatro hélices, armadas con seis misiles antibuque Gabriel, un cañón 76mm y un sistema CIWS de 20mm.
 
 
 
Los misiles SSM Gabriel eran subsónicos, con un alcance de 11 millas náuticas y guiado semiactivo. De diseño autóctono y reciente, nunca se habían utilizado contra blancos reales, por lo tanto, no se conocía su eficacia. Por otra parte, tenían aproximadamente la mitad del alcance del SS-N-2 Styx de fabricación soviética (20 millas) que armaba los buques de Egipto y Siria.  La defensa israelí contra el Styx estaba vertebrada alrededor de medidas de apoyo electrónico (MAE) y cohetes chaff, que hasta ese momento nunca habían sido utilizadas, por lo que se desconocía su eficiencia en combate.
 
La fuerza naval israelí se desplazó al teatro de operaciones formando dos columnas paralelas de tres buques, en dirección al puerto sirio de Latakia. En ese momento, los radares detectaron un contacto de superficie al norte de la posición donde se encontraban. Sin disponer del cuadro táctico totalmente compilado, Barkai ordenó al “Hanit”, guía de la columna de babor, destacarse y abrir fuego con 76mm, ataque que fue respondido con disparos de 40mm, que se perdieron en el mar por no estar en alcance.  Esto confirmó que se había hecho contacto con el enemigo. 
 
El “Hanit”  hundió al enemigo fácilmente, manteniéndose sobre el límite del alcance de su pieza de 76mm pero sin entrar en el  del 40mm de su enemigo, demostrando una excelente capacidad de maniobra y una preparación artillera superior.
 
Sin saber si el buque patrulla sirio había denunciado la posición del grupo de tarea, Barkai ordenó cerrar distancia sobre el puerto de Latakia.  En esas circunstancias los israelíes tuvieron un nuevo contacto de radar, ubicado 12 millas al Noreste de la formación. El “Reshef-2”, de la columna de estribor, fue destacado a interceptarlo.  Sobre el límite del alcance le disparó un SSM Gabriel, que cayó al agua antes de llegar a destino. 
 
A 9 millas de distancia disparó un segundo misil, que esta vez dio en el blanco, hundiendo un viejo barreminas sirio de 560 toneladas, siendo el primer buque destruido por un misil Gabriel.
 
Los israelíes sabían que el verdadero desafío eran los misiles Styx y desde un primer momento asumieron que los buques hundidos habían sido destacados como señuelos, para atraerlos hacia un punto determinado donde a su vez serían atacados por los sirios.  Sin embargo, el Capitán Barkai rearmó la formación y continuó su aproximación a Latakia. En proximidades del puerto sirio de Latakia los radares israelíes detectaron tres contactos cerca de la costa. Resultaron ser tres patrulleros sirios, uno de la clase Osa-III y dos clase Komar-II. 
 
El “Osa” (en ruso: Avispa) era un diseño soviético de 1960. Con un desplazamiento de 210 toneladas, 38 metros de eslora, 7,6 de manga y 2,8 de calado, se propulsaron con wáter jets que le permitían una velocidad máxima de 38 nudos. Estaban armadas con cuatro misiles antibuque P-15 Termit (nombre OTAN SS-N2 Styx), un cañón de 40mm y dos de 20mm.
 
A una distancia de 17 millas, los buques sirios abrieron fuego, disparando tres misiles Styx. Detectados en los radares israelíes los vectores de ataque, la respuesta inmediata fue el lanzamiento de cohetes chaff y la emisión de interferencia electrónica (jamming) para confundir los radares enemigos. La tecnología y los procedimientos citados fueron desarrollos autóctonos de Israel, y a pesar de que era la primera vez que se utilizaban en combate, en seguida demostraron su validez. Los misiles fueron desviados con éxito, perdiéndose en el mar. Los buques israelíes continuaron acercándose, confiados en la táctica innovadora que utilizaba una forma furtiva de acercamiento (llevando al oponente a lanzar su armamento al alcance máximo) combinada con el uso de chaff y jamming. A 14 millas los sirios dispararon una segunda andanada de 3 misiles, con el mismo resultado.
 
Al llegar a las 11 millas de distancia tan solo uno de los buques sirios, el Osa, todavía contaba con misiles. Los israelíes cerraron distancias a velocidad máxima, lanzaron una salva devastadora de misiles Gabriel y efectuaron jamming contra los dos últimos misiles Styx, logrando de nuevo el éxito con la táctica empleada .
 
Los 150 kg de la cabeza de combate de los SSM Gabriel fueron más que suficientes para garantizar la destrucción de los buques patrulla sirios que se hundieron rápidamente, la Osa y las dos Komar.  En pocos minutos, la batalla había concluido, con la rotunda victoria de la Marina de Israel.
 
El combate acabó con un total de cinco unidades de superficie sirias hundidas. Las pérdidas israelíes en este episodio fueron nulas. Se había llegado a un punto decisivo en la Guerra Naval. Después del combate de Latakia, la Armada Siria permaneció presa en sus propias bases, sin atreverse a salir a la mar durante el resto de la guerra.
 
Entre las conclusiones sobre este acontecimiento podemos citar que la Batalla de Latakia entre los Sirios y los Israelíes, que se produjo el segundo día de la Guerra de Yom Kippur, fue una rotunda victoria israelí, que demostró además la eficacia de los barcos militares equipados con equipos de autodefensa ECM. La marina israelí logró su superioridad naval en el Mediterráneo con una segunda victoria el 9 de octubre en Damieta sobre la marina egipcia.
 
Después, tanto la marina siria como su homóloga egipcia prepararon diversos ataques y operaciones comando (realizadas por nadadores de combate) contra las bases navales de Israel, que no pasaron de operaciones pequeñas de desgaste, sin resultados definitorios.  Al terminar el conflicto, el balance fue muy positivo para Israel, que había hundido o gravemente dañado 15 embarcaciones enemigas, mientras que tan solo ha perdido 2 patrulleras ligeras en el Mar Rojo, frente a los egipcios.
 
Las innovaciones introducidas por el uso del chaff y la interferencia de radar (jamming) forjaron los procedimientos evasivos básicos empleados hasta hoy. De hecho, en la guerra por Malvinas (última confrontación naval clásica) las Armadas de ambos países utilizaron la misma táctica que la marina Israelí dio a conocer en Latakia. 
 
El misil Gabriel actuó con perfección, detectando blancos de pequeño tamaño y, a pesar de su alcance limitado, ganó buena fama en los anales de la Guerra Naval. Actualmente también lo usan varias Marinas de Guerra (Chile, Ecuador, Kenia, Taiwán, Singapur, África del Sur y Tailandia, entre otras).
 
El desarrollo tecnológico alcanzado por los israelíes en la construcción del equipo de MAE, así como las informaciones de inteligencia sobre el misil Styx, que poco antes había hundido al destructor Eilat, demuestran la importancia de la guerra electrónica, que  aprobada con éxito en el mar, contribuyó a imponer una derrota de carácter táctica y moral a su enemigo.
 
Entretanto, para el 20 de octubre los presidentes de URSS y EEUU, Leonid Breznhev y Richard Nixon, intervinieron para poner fin a la guerra, y a través de los respectivos Ministros de Exteriores, Andreyi Gromiko y Henry Kissinger respectivamente, lograron que el 21 el consejo de Seguridad de Naciones Unidas promulgara la Resolución 338 llamando a ambas partes a poner fin a las hostilidades.   El 24 de octubre de 1973 fue firmado un acuerdo de cese del fuego entre Israel y Egipto.  Siria se negó a firmarlo.

Hoy es impensable hablar de una marina de guerra sin misiles, y aquellas que no los poseen no pasan del nivel de un servicio de guardacostas con estructura militar.
 
Máximo Peña De León,
Abogado - Experto en Comercio Exterior
Master en Negocio y Derecho Marítimo
UPCO/IME (Promoción #23)  
@MaximoPenaLeon
@PenaYunesLegal